Los de casa pronto reaccionaron y le dieron la vuelta al choque, eso sí, aprovechando los errores conquenses a la contra y los dos siete metros errados de Cuenca. Porque al final estos encuentros se deciden por detalles y esos fueron algunos de ellos.
Aunque eso no sirvió para que el Liberbank no se mantuviera vivo y se fuera 16-14 al descanso. Dando una buena imagen en 6:0 y un ataque con varias posibilidades, que solo era parado por Aguinagalde bajo palos, el mejor de los suyos junto a los extremos Hissham y Ángel Fernández.
Segunda parte
No pudo comenzar peor la segunda parte el Ciudad Encantada, los de Logroño salieron a resolver rápido y ni la defensa ni el ataque conquense funcionaba, eso hizo que se fueran siete arriba y el partido parecía más que decidido.
Entonces Jiménez movió el banquillo y estuvo cerca de crear un héroe, porque saltó a pista Kilian Rodríguez, el joven portero canario paró una y otra vez los disparos del Naturhouse, también apoyado por una gran defensa. El resultado fue que Cuenca se metiera en el choque con una gran raza y tuviera balón para empatar.
Pero entonces no supo aprovechar la ocasión, de nuevo los detalles, Nacor erró el pase sobre Vidal y el Naturhouse se fue de dos a falta de dos minutos.
Lo siguió intentando Cuenca y se llegó a poner de nuevo a un tanto, pero Langaro y Aguinagalde volvieron a decidir para el alivio de su afición, se escucho el suspiro en toda la grada, porque vieron que Cuenca plantó cara y que quizás merecieron más en Logroño. Otros equipos se hubieran dejado llevar y el Ciudad Encantada no, los conquenses lucharon hasta el final firmando el 29-27.
eldeporteconquense/Ramón Acosta
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