Cuando
se habla del balonmano y jugadores que han marcado una época, uno de
los nombres que se viene a la cabeza es el de José Javier Hombrados.
Un portero que lo ha ganado todo, tanto a nivel de clubes como de
selección, pero que mantiene intacta su ilusión, aunque muestra su
preocupación por la situación del deporte que ama.
A
nadie se le olvida su paso por tres míticos equipos de Asobal, ya
desaparecidos por desgracia. Como portero defendió las camisetas del
Portland San Antonio, el BM Ciudad Real y el BM Atlético de Madrid.
Después decidió jugar en Qatar y Alemania para recalar esta
temporada en el BM Guadalajara. A sus 44 años, todavía disfruta
bajo los palos.
–Cuando
decida retirarse, ¿piensa pasar al lado de entrenador?
–Mi
trabajo de gestión deportiva me atrae más. El banquillo supone de
nuevo entrar en el círculo de desplazamientos, de ciudades y equipos
nuevos. Son prácticamente 26 años en este deporte, cambiando de
casa, y cuando ya tienes una familia se hace difícil. En un
principio no me planteo el banquillo.
–¿Qué
visión tiene de la Asobal?
–La
Asobal está difícil y complicada por el mal momento económico por
el que atraviesa, pero tengo la esperanza que a nivel de formación y
táctica España sigue siendo un referente, pero aun así falta
mejorar en muchos de los ámbitos de este deporte, que por desgracia,
únicamente se solucionan con dinero. Creo que con el tiempo
revertiremos esta situación.
«Es
muy positivo que Valladolid vuelva a ser un referente del balonmano
español
–Sin
Juegos Olímpicos, sin representante en la Final Four, ¿qué le pasa
a nuestro balonmano?
–Por
desgracia la economía es una pieza muy importante. El hecho de que
los mejores jugadores se vayan es porque tienen más posibilidades
fuera. Por otro lado, no tenemos una liga potente que cause una gran
repercusión. Necesitamos recursos, aunque sean pocos, para hacer de
esta liga más competitiva.
–¿España
ha perdido su nivel su competitivo?
–Haber
perdido la plaza olímpica hace daño porque supone la perdida del
posicionamiento social y de imagen para niños que quieran practicar
este deporte. Es un golpe duro y su futuro pasa por un relevo
generacional no muy esperanzador. La Asobal ya no aporta tantos
jugadores.
–¿Cuál
es el futuro del balonmano?
–Hay
que ponerse las pilas. Estamos pasando por una difícil situación en
la que el Barcelona, que es nuestro referente, ha sido incapaz de
entrar en la ‘Final4’ de la Liga de Campeones. Después de muchos
años, España no está presente en una final europea. Lo mismo pasa
con la selección. Al final, son noticias negativas que allanan el
camino a otros deportes. Se necesita elaborar un plan estratégico y
tomar medidas importantes para que el balonmano no vaya a menos.
–¿Cómo
se puede recuperar a jugadores y técnicos que se han marchado al
extranjero ?
–En
mi caso regresé a España por dos motivos, mi edad y para cerrar un
ciclo. Mis días en el balonmano se están acabando y hay otra
actividad laboral que hago junto al balonmano. No regreso porque esta
liga haya mejorado, sino todo lo contrario, porque ahora la liga te
permite compaginar deporte y trabajo. No puedo vivir sin una de las
dos. Como actividad profesional, el balonmano se está convirtiendo
en un deporte semiamateur y eso es un gran peligro. Hay que impulsar
este deporte para devolverlo al nivel profesional.
–A
nivel deportivo, ¿cómo ha sido la temporada en Asobal?
–Si
quitamos a los dos equipos de arriba, existe mucha igualdad entre
todos. Incluso diría que descartando al Barcelona el resto de
equipos están en un pañuelo. Pero se aprecia que ha bajado
bastante, es como una División Honor B potente de hace unos años.
De todas formas, existe una afición que pase lo que pase estará ahí
animando.
–Es
el jugador que más temporadas ha jugado en la Liga Asobal con un
total de 24. ¿Cuál es el secreto de su longevidad deportiva?
–Porque
me gusta mucho este deporte, soy muy pasional. Además me permite
compaginarlo con otras actividades y eso te facilita seguir jugando.
Como el nivel es más bajo no desentonamos. Si fuera una liga como la
de otros años, nos desactivarían y jugaríamos en ligas menores.
–¿Qué
opina del At. Valladolid?
–Por
suerte le he podido seguir bastante gracias a Fernando, porque tengo
una gran amistad con él. Valladolid está haciendo un gran esfuerzo
y está haciendo las cosas bien. Por otro lado, la estructura del
club cada vez está creciendo más y están jugando en una categoría
inferior, pero por plantilla y demás son un equipo de Asobal. Es
bueno que Valladolid vuelva a ser referente dentro del balonmano
nacional, después de tantos clubes históricos que han desaparecido.
–Y
con una de las mejores aficiones de España.
–Por
su puesto que lo es. Es muy importante que Valladolid tenga un equipo
de Asobal. Se ha comenzado un nuevo proyecto y es muy buena noticia
que vuelvan a estar en Asobal. Les servirá de empuje para recuperar
ese potencial y a toda la afición que tuvieron en su momento.
–El
balonmano femenino parece haber ha subido con la crisis.
–El
balonmano femenino está dando sus frutos, pero desgraciadamente
también ha acusado en exceso la crisis económica. Tenemos la suerte
de tener una generación muy buena que esta consiguiendo grande cosas
y que salva el nombre del balonmano nacional. Es cierto que habría
que potenciarlo, pero no hay planes estratégicos de desarrollo, lo
que obliga a que muchas de nuestros jugadores tengan que jugar en
otros países, salvo casos excepcionales. Entonces volvemos a lo
mismo, se necesita un impulso económico para que estos clubes puedan
invertir en recuperar grandes jugadoras para que la liga sea lo
suficientemente atractiva para que pueda atraer ‘sponsors’.
–¿Cuál
es su mejor recuerdo de esos 24 años en la elite?
–Obviamente
ha habido muchos y en muchos clubes y con muchos títulos
conquistados, pero como referencia está el Campeonato del Mundo de
Túnez de 2005 porque fue el momento álgido del balonmano español y
que marca un poco el nombre y éxito de José Javier Hombrados.
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