El Bm.Getasur fue mucho equipo para un Suregranca sin capacidad de reacción. Las getafense se deshicieron de las canarias en la primera parte. 14-7 al descanso.
El Bm. Suergranca no levanta cabeza y ya empieza a ser preocupante el nivel que viene ofreciendo el conjunto sureño.
Ya son 5 jornadas en las que las jugadoras de Antonio Álamo no han sido capaces de conseguir ni un sólo punto y lo que es peor, sin dar señales de mejora en su juego.
A dos jornadas de acabar la primera vuelta del grupo, las sureñas se encuentran con 4 puntos, en el antepenúltimo puesto, a tan sólo dos del colista Universidad de Granada, por lo que a partir de ahora, tendrán que tenerse muy en cuenta los resultados que se obtengan con los equipos que le preceden en la clasificación, porque de no ser así, las canarias tendrán la suerte echada y el descenso en la puerta.
No cabe duda de que el Bmno.Suregranca es un equipo en construcción y que su futuro pasa por el excelente trabajo que se hace desde la base, pero es de vital importancia para ese futuro, conseguir mantener la categoría, lo cual se complica aún más, con el transcurso de las jornadas.
En cuanto al partido, significar que el partido fue en todo momento controlado por las getafenses y ya desde el minuto 15, las diferencias empezaban a ser notables e insuperables para un conjunto que parece haber bajado los brazos y empieza a sumirse en una depresión deportiva, lo que el míster, Antonio Álamo tendrá que trabajar, para evitar males mayores.
El conjunto canario, no era capaz de seguir el ritmo de las getafenses que con juego sencillo y rápido, desarbolaban una defensa muy endeble y carente de recursos y ayudas, lo que hacía imposible pensar en algo positivo en éste encuentro. Aún así, las canarias no daban por perdido el partido y continuaban en la lucha para que el marcador no reflejara un resultado de escándalo al final del mismo.
Como no podía ser de otra manera, Beatriz González, era la encargada de mantener a las suyas en el partido con goles y carácter, pero una sola jugadora no hace un equipo y eso es lo que se vió en la cancha durante 15 minutos, al que se llegaba con una desventaja de tres goles 7-4 y que se iría ampliando durante el transcurso del encuentro. Se llegaba al descanso con un contundente 14-7 que dejaba ya tocadas y heridas a las de Antonio Álamo que ya no levantaría cabeza en la segunda mitad y solo podrían ver como las diferencias seguirían aumentando hasta llegar a un claro 27-17 al final de un encuentro para olvidar. Ahora toca seguir trabajando y poner empeño y fe en sacar adelante esta difícil situación.
Ramón Acosta
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